Historia del Tenis de Mesa
El Tenis de Mesa, deporte muy particular original de Inglaterra, generó desde sus comienzos una atracción especial en sus adeptos.
Hacia 1900, cuando aún se lo practicaba sobre mesas de comedor con material improvisado, las bolas de celuloide reemplazaron a las de goma o corcho y el juego se hizo muy popular en Inglaterra y Estados Unidos. Los primeros juegos que se fabricaron se llamaron gossimar, whiff-whaff y de forma más coloquial, ping pong, denominación de una marca patentada. Su popularidad como juego de salón decreció de forma alarmante, pero hacia el año 1922 un movimiento simultáneo comenzó en varias partes del mundo para hacer del Tenis de Mesa un deporte competitivo.
Un encuentro celebrado en Berlín en 1926 entre cinco países, dio como resultado la formación de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF). La Federación Internacional, que cuenta con unos 140 países miembros, patrocina a los participantes individuales y a los equipos en los campeonatos del mundo que se celebran cada dos años.
Desde la década de 1960 hasta la de 1980 China dominó con frecuencia estos campeonatos, aunque hubo éxitos intercalados de japoneses, suecos y húngaros. Sin embargo, a finales de la década de 1980, con la entrada del Tenis de Mesa en los Juegos Olímpicos, Corea del Sur y Suecia acabaron con el dominio de China